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Cómo usar irrigador dental paso por paso

La higiene bucodental va mucho más allá del cepillado y a día de hoy podemos encontrar diferentes accesorios que nos permiten hacer una limpieza mucho más profunda, haciendo que mejore la estética y la salud de nuestra sonrisa.

El irrigador dental es uno de estos accesorios que más puede ayudarnos a eliminar la placa bacteriana que se acumula entre los dientes gracias al chorro de agua a presión que proporciona. En Clínica Gallardo y Jiménez, como clínica dental en Mijas, hemos preparado esta guía sobre cómo usar irrigador dental.

¿Cómo usar irrigador dental adecuadamente?

En primer lugar debemos comprender que el irrigador dental no es un sustituto del cepillado, es un complemento del mismo al igual que el enjuague o el hilo dental, por ello, no podemos usarlo de manera aislada.

Debemos prestar especial atención a la distancia que hay entre el chorro de agua a presión y nuestros dientes ya que si lo aplicamos demasiado cerca podemos dañar nuestras encías.

También es importante tener en cuenta que si tenemos ortodoncia, implantes dentales o carillas dentales debemos tener más precaución y dejarnos aconsejar por nuestro dentista. Él o ella sabrá explicarnos cómo usar un irrigador dental de manera segura.

Además de saber cómo usar irrigador dental, necesitamos usarlo con la frecuencia suficiente para que sus beneficios sean visibles y hagan que nuestra sonrisa luzca más limpia y sana.

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Cómo usar irrigador dental paso por paso

Como veremos a continuación, usar un irrigador dental no es complicado, simplemente hay que prestar atención a una serie de detalles para asegurarnos de que la limpieza que realiza es efectiva y que está contribuyendo a eliminar los restos de placa que hay entre nuestros dientes.

Antes de comenzar, asegúrate de llenar el depósito del irrigador dental con agua tibia o una solución recomendada por tu dentista, como enjuague bucal diluido. Evita usar agua fría o caliente, ya que pueden causar sensibilidad. También verifica que el irrigador esté correctamente ensamblado y conectado a la corriente si es necesario.

La mayoría de los irrigadores dentales tienen una perilla o un interruptor para ajustar la presión del agua. Comienza con una presión baja o media y, si es necesario, puedes aumentarla gradualmente según tu comodidad y necesidades específicas.

Después, selecciona el cabezal adecuado para tus necesidades. Los irrigadores dentales generalmente vienen con diferentes tipos de cabezales, como estándar, de cepillo o especializados para encías sensibles o implantes. Coloca el cabezal firmemente en el mango.

Llegados a este punto, estamos listos para empezar a usar el irrigador dental. Coloca el extremo del cabezal del irrigador dental en tu boca, apuntando hacia tus dientes y encías. Asegúrate de inclinarte sobre el lavabo para evitar salpicaduras.

Es importante que usemos el irrigador desde los dientes laterales hasta los frontales con movimientos lentos y constantes. Durante el uso, deja que el agua fluya constantemente fuera de tu boca hacia el lavabo para eliminar los residuos y la placa dental. Mantén los labios cerrados ligeramente para evitar salpicaduras excesivas.

Después de irrigar todas las áreas de tu boca, apaga el irrigador dental y escupe el exceso de agua y saliva en el lavabo. Enjuaga el cabezal del irrigador con agua limpia y déjalo secar adecuadamente antes de guardarlo.

¡Cuida de tu sonrisa con nosotros!

Ahora que sabes cómo usar un irrigador dental, puedes mejorar tus hábitos de higiene dental gracias a este accesorio. Sin embargo, recuerda que para tener una salud dental correcta debemos hacer visitas al dentista de manera periódica para revisar que

 

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